martes, 27 de diciembre de 2016

MALOS HÁBITOS DE ESTUDIO: LA RELECTURA O REGRESIÓN

 REGRESIÓN O RELECTURA 

            “Una sola lectura es comprensión, dos o más lecturas es memorización”

Está comprobado que un lector tradicional realiza dos veces más pausas o fijaciones, como se les llama técnicamente, de las necesarias para una buena comprensión. Estas pausas suplementarias aparecen porque un lector de estas características relee palabras con frecuencia, algunas veces volviendo atrás hasta a tres puntos distintos para estar seguro de que ha registrado el significado correcto. Estos hábitos de saltar atrás (volviendo, así por costumbre, a palabras que acaban de releerse) y de regresión (volviendo conscientemente a palabras que el lector siente que ha olvidado o no a comprendido) son la causa del excesivo número de fijaciones en estos casos.


Las investigaciones han demostrado que el 80% de los casos, cuando a los lectores no se les permite volver atrás descubren que sus ojos ya habían registrado la información y la integran al leer las frases que se hallan a continuación, el lector integral muy raramente caen en estas repeticiones innecesaria que reducen notablemente la velocidad. Cada regresión lleva casi un segundo, y sólo se hacen dos por línea en un promedio de 40 líneas por página se pierde un minuto y veinte segundos. En un libro normal de 300 páginas arroja un total de 400 minutos, o sea, más de dos horas perdidas leyendo (¡y sin comprensión!)
Pregunta:

¿Tenemos este mal hábito?


 CORRECCIÓN DE LAS REGRESIONES O RELECTURA

Este mal hábito se corrige obligándonos a no volver hacia atrás cuando estamos leyendo un libro, de tal manera que acostumbramos a nuestro cerebro a reconocer los significados en el contexto de nuestra lectura, es decir por lo general cuando leemos un libro las ideas más importantes tienden a repetirse constantemente, por tanto no sería necesario tener que volver atrás para entender algo que no entendimos la primera vez. Ahora somos conscientes de que quizás no todos tengan la capacidad o la fuerza de voluntad para no volver hacia atrás al momento de la lectura o estudio por tanto les aconsejamos una técnica que pueden usar para poder lograrlo a continuación.

Materiales:

1 libro que sea de su elección
1 ficha de cartulina o de papel del tamaño que cubra todo el ancho de una página y de largo de unos 10 cm.

Procedimiento:

Iniciamos la lectura del primer reglón de la página del libro, pero una vez acabada la lectura del primer reglón y pasando al siguiente; con la ficha tapamos el primer reglón, una vez concluido el segundo, lo tapamos y así sucesivamente. De esta forma sería virtualmente imposible que volvamos hacia atrás, simplemente porque lo que hayamos leído estaría oculto por la ficha y sólo nos quedaría un camino hacia adelante y lo que no entendimos lo sacamos en el contexto de la lectura.
 Esperamos practiquen esta técnica ya que les será de gran beneficio.
http://www.cronometroenlinea.com/espanol/velocidadDeLectura/





martes, 13 de diciembre de 2016

MALOS HÁBITOS DE ESTUDIO: DISTORSIÓN DE LA INFORMACIÓN

PERCEPCIÓN DISTORSIONADA DE LA INFORMACIÓN A CAUSA DE LA VOCALIZACIÓN Y SUB –VOCALIZACIÓN

Cuando leemos un texto

Pregunta:

¿Por dónde ingresa la información?

La respuesta es obviamente, “por los ojos”

Y es así, toda la información que leemos ingresa por nuestros ojos, inmediatamente es conducida a nuestro cerebro, pero está comprobado que nuestro cerebro retiene aproximadamente solo el 40% de esta información ya que en una milésima de segundo toda la información leída es enviada a nuestras cuerdas vocales, ¿se imagina por qué?

Porque así hemos aprendido gracias a nuestro sistema tradicional, ejemplo: la profesora con sus alumnos en la pizarra “repitan conmigo niños”… ¡mi mamá me mima! Todos aprendemos a leer vocalizando o subvocalizando. Y lo hacemos así para retener y comprender mejor.

Aquí manejamos dos tipos de lectura:
           
a)      lectura oral (vocalización). Más del 90% de alumnos peruanos leen en voz     alta para comprender y retener mejor
b)      lectura silenciosa (subvocalización). Las personas que leen en silencio lo hacen generalmente moviendo los labios, la lengua y/o repitiendo mentalmente. 






            En ambos casos nuestro cerebro no retiene la información y la envía a las cuerdas vocales. Las cuerdas vocales emiten un sonido siempre, ya sea cuando hacemos lectura oral o silenciosa; cuando hacemos lectura oral, lógicamente escuchamos ese sonido, el cual es captado por los oídos que es el órgano más sensible del cuerpo humano capaz de captar sonidos externos o internos como latidos del corazón, burbujitas del estómago (cólicos), entre otros. Y toda la información que leímos se mezcla con todos esos ruidos en el oído, ya que el oído no es un órgano selector o filtro, no escoge lo que quiere escuchar y todo lo mezcla llegando recién la información luego de este proceso para ser procesada, discriminada, analizada y comprendida para poder rendir un examen.

La pregunta es:

¿Cómo llegara la información?

¿Llegara pura o distorsionada?


Obviamente que llegará completamente distorsionada.
Por eso es que tenemos problemas de memoria frágil, olvido frecuente; nuestros alumnos, los alumnos sacan la nota más alta en un examen, pero para el bimestral si no repasan no recuerdan casi nada y tenemos que leer y releer para poder comprender y retener.


Pregunta:

¿Tenemos este mal hábito?


3.- CORRECCIÓN DE LA PERCEPCIÓN DISTORSIONADA DE LA INFORMACIÓN A CAUSA DE LA VOCALIZACIÓN Y SUBVOCALIZACIÓN

lo que haremos será independizar el sentido de la vista para cuando el alumno lea el texto toda la información se quede en el cerebro sin que sea enviada a las cuerdas vocales ni mucho menos el oído cause interferencia alguna, logrando de esta manera que la comprensión sea de un 100% y a una sola lectura.

            Con terapias fono - audio lógicas independizaremos el aparato audio – fonador.

Ejemplo:

Cuando el alumno lea un texto al mismo tiempo realiza silbidos, tarareos, cantos; de esta manera la información que entra a nuestro cerebro por medio de la vista difícilmente es enviada a las cuerdas vocales y todo lo que lea se queda completamente en el cerebro elevando de esta forma la concentración, comprensión y retención al 100%


sábado, 10 de septiembre de 2016

MALOS HÁBITOS DE ESTUDIO: ESTRECHO CAMPO VISUAL.

2.- ESTRECHO CAMPO DE RECONOCIMIENTO VISUAL PARA LA LECTURA

Hemos nacido con una capacidad de visualizar aproximadamente 160º, lo que nos permite ver toda la pantalla de un cine, un auto completo, una casa, etc., o cuando vemos un pequeño objeto en el escritorio, sin mover la vista podemos ver todo lo que se encuentra a nuestro a su alrededor.

            Pero: ¿Qué pasa cuando leemos?

            ¿A cuántos grados cree usted que se reduce esta capacidad?



Está comprobado que esta capacidad se reduce aproximadamente a tres grados, ya que leer palabra por palabra, desperdiciamos casi toda nuestra capacidad de reconocimiento visual al centrarnos en una o dos palabras.


Para pasar de una palabra a otra nuestros ojos dan pequeños saltitos que son denominados “movimientos sacádicos” o bruscos que interfieren los procesos cognitivos del cerebro.

Ejemplo:

Hacer que la persona tenga en movimiento sus dedos y comparándolos con los movimientos que hacemos con los parpados, en ambos casos uno se cansa, pero habrá más notoriedad con los párpados, ya que son mucho más sensibles. Imagínese si usted se cansa o siente malestar al tener en movimientos sus dedos 200 veces o más, los parpados harán lo mismo pero sentirán más cansancio.

En una hoja A – 4 existen aproximadamente 400 espacios en blanco, lo que significa que nuestros ojos darán aproximadamente la misma cantidad de saltos, imagínese cuantos saltos darán nuestros ojos al leer un libro de 200 páginas. Son miles de salto por eso es que nuestra lectura provoca fatiga sueño o cansancio, ardor en la vista, aburrimiento, lentitud, desmotivación, incluso sueño o dolor de cabeza.

Es por eso que algunas personas utilizan como terapia del sueño la lectura y decimos lo siguiente

“Si no tienes sueño, lee un libro”                                                               


Además está probado, que por el sistema tradicional de lectura que manejamos de leer palabra por palabra, aquí se agravan enfermedades oculares conocidas como: miopía astigmatismo, hipermetropía y estrabismo, que si bien es cierto, en muchos casos ya son heredadas de padres a hijos por ser un mal congénito; si debería agravarse y ser notorio en una persona a los 20 años, porque es hereditario, está comprobado que se agrava o se hace notoria aproximadamente 7 años antes.

            Pregunta:

            ¿Tenemos este mal hábito?  


2.1.- CORRECCIÓN DEL ESTRECHO CAMPO DE RECONOCIMIENTO VISUAL PARA LA LECTURA

Se corrige este mal hábito, logrando la “ampliación del campo de reconocimiento visual para la lectura” hasta un máximo de 16º, lo que corresponde al ancho de una hoja A- 4.

Con ejercicios simples de deslizamiento y flexibilización ocular lograremos ir ampliando el campo visual de nuestros alumnos, de forma gradual,  reconociendo por golpe de vista primero dos palabras, luego tres, cuatro, cinco y así sucesivamente hasta logar reconocer como mínimo 14 palabras, lo que corresponden a un reglón de una hoja A- 4.

Gracias a esto el alumno ya no leerá palabra por palabra de izquierda a derecha, sino, renglón por renglón en forma vertical hacia abajo demorando máximo por página 5 segundos y sin distractores mentales, incrementando como mínimo en un 20% la comprensión, retención, y concentración además de ahorrar mucho tiempo.





viernes, 20 de mayo de 2016

MALOS HÁBITOS DE ESTUDIO Y COMO CORREGIRLOS






PERCEPCIÓN LENTA DE PALABRAS

Cuando leemos lo hacemos de la siguiente manera:

“Palabra por palabra, de izquierda a derecha y de forma zigzagueante”


       
Entre palabra y palabra existen espacios en blanco o espacios vacíos. Estos espacios son denominados “distractores mentales”, por lo que interfiere en los procesos cognitivos de nuestro cerebro disminuyendo los niveles de comprensión, retención y concentración hasta un 30%.

¿Usted cree que nuestro cerebro lee o ignora los espacios en blanco que hay entre palabra y palabra?

Aparentemente los ignora, pero está comprobado que nuestro cerebro los lee, los cuales los asocia con recuerdos, preocupaciones imágenes del texto, olores, sonidos e incluso los relaciona con las palabras que vamos leyendo.

Ejemplo:

Si estamos leyendo un texto en el cual encontramos la palabra “playa” nuestra mente inmediatamente recuerda el verano pasado o se proyecta al que viene, generando una distracción. Al igual sucede cuando en la lectura se encuentra el nombre de alguna persona conocida y recordamos algo relacionado a ella, por lo tanto, también nos distraemos.
Además está comprobado que tenemos una percepción lenta de palabras (poca velocidad) en relación a la velocidad de nuestro cerebro (ya que este trabaja a millón). Es como si manejáramos un vehículo a 10 km/h, ir a esa velocidad nos permite contestar el teléfono celular, saludar a alguien, observar el paisaje, cambiar de emisora en el autorradio, entre otras cosas; pero si fuera a 80 km/h o más, realizar todo lo anterior sería casi imposible, porque nos estrellaríamos.
Igualmente sucede cuando realizamos nuestra lectura tradicional, que es sumamente lenta ya que nuestro cerebro se da tiempo para procesar todo tipo de información, ya sean ruidos, imágenes del texto, olores, sonidos, etc., es así que nos hacemos distraídos y desconcentrados de por vida.
Pregunta:
 ¿Tenemos este mal hábito?

 CORRECCIÓN DE LA PERCEPCIÓN LENTA DE PALABRAS

La percepción lenta de palabras se corrige a través del “reconocimiento por golpe de vista” logrando así una percepción lenta de palabras, estimulando además la memoria fotográfica. Lo que vamos a lograr es que el alumno ya no lea palabra por palabra de izquierda a derecha, eliminando así de esta manera los distractores mentales, por consecuencia la distracción y desconcentración, haremos primero que el alumno reconozca una palabra, dos palabras, tres palabras y así sucesivamente, luego el alumno reconocerá bloques de palabras, primero un bloque, dos bloques, tres bloques y así sucesivamente, a través de un entrenamiento simple de flexibilización ocular.




Esta habilidad de reconocer por golpe de vista, es una habilidad innata que todos tenemos, pero en algunos casos le ignoramos y en otros no la entrenamos.

Ejemplo:

 Ejemplo de los niños que aún no saben leer, pero a pesar de ello pueden reconocer algún artículo que sea de su agrado, como son chocolates galletas refrescos, etc. Esto porque los niños usan principalmente su memoria visual para aprender colores y objetos para toda la vida, pero también cuando aprenden significados, es algo que no olvidan.



sábado, 23 de abril de 2016

VENTAJAS DE LA LECTURA VELOZ



La lectura veloz permite lograr una mayor comprensión de lo leído (a la vez que una velocidad de lectura mayor que la habitual, de acuerdo con las dificultades del texto y con los propósitos que el lector se plantea en relación con él lectura superficial o profunda, de placer o de estudio, etc.). Pero estas son sólo algunas de las ventajas, que el método brinda en relación con la lectura.

Además, permite lograr una mayor concentración durante el proceso de leer y una mejor asimilación y retención de lo leído. Paralelamente, se logra una disminución del cansancio mental y físico (principalmente ocular) que por lo general acompaña al acto de leer. En general, cuando las técnicas de lectura veloz han sido bien aprendidas, el lector adquiere el dominio de su propio proceso de lectura, tanto en sus aspectos perceptivos como en los relacionados con el intelecto. Este dominio, sumado al mayor rendimiento de la lectura, permite obtener resultados asombrosos, que van más allá del mero logro de la eficacia en el proceso de leer.
Como la lectura es uno de los procesos mentales más complejos, pues pone en juego la mayoría de los recursos perceptivos e intelectivos, su mejoramiento mediante las técnicas de lectura veloz incide favorablemente —por un efecto de retroacción— sobre aquellos recursos mentales empleados en el proceso de la lectura. En efecto, la lectura veloz implica el adiestramiento del sentido de lavlista, un aprovechamiento de todas sus posibilidades (muchas de ellas insospechadas), lo cual da por resultado una mejora general de la capacidad de ver. El “lector veloz” estará en condiciones de guiar eficientemente sus ojos no sólo al leer sino para ver cine o televisión, para analizar diagramas, gráficos y planos, para leer partituras musicales, para observar lo que lo rodea. Todo esto tiene aplicaciones en los más diversos campos y profesiones, incluso en actividades tan cotidianas como cruzar una calle o manejar un automóvil. Es más, para capacitar a pilotos y artilleros en el reconocimiento de aviones en vuelo, la Fuerza Aérea de Estados Unidos recurre a las mismas técnicas de adiestramiento visual empleadas en el método de lectura veloz (y fue precisamente en ella donde, después de la Segunda Guerra Mundial, se organizaron algunos de los primeros cursos de lectura veloz).
Además del adiestramiento visual, la lectura veloz implica un desarrollo de la capacidad intelectual aplicada al proceso de leer pero que, también, se traduce, en una mejora general de la actividad intelectual. Se logra un desarrollo de la capacidad de entendimiento, se aprende a analizar, a atender y hasta a pensar mejor; se logra mejorar la memoria y dirigir y aumentar el interés por los temas que deban considerarse. Por supuesto que todo esto tiene importantes aplicaciones en la vida profesional y en la actividad diaria. Pero uno de lo usos más interesantes de tales ventajas de la lectura veloz es el que de ella se hace en las llamadas “técnicas de estudio”. En éstas, como su nombre lo indica, se capacita a los estudiantes y a todos los que realizan tareas intelectuales para lograr un mayor rendimiento en el estudio y para aprovechar mejor el tiempo a él dedicado. Para esos fines la lectura veloz es una herramienta indispensable, no sólo porque buena parte del estudio se realiza generalmente mediante la lectura de libros, sino también por el mencionado desarrollo de diversas actitudes intelectuales que se alcanza gracias a las técnicas de lectura veloz.

MÁS BENEFICIOS DE LA LECTURA
DE COMPRENSIÓN RÁPID
A

 ·Comprender mejor en menos tiempo
 
·Entender sin necesidad de hacer retrocesos

·Leer sin movimientos de labios, lengua y/o laringe

·Dominar métodos para reforzar los registros en la memoria

·Aumentar la concentración

·Optimizar el nivel de retención del material leído

·Disfrutar de una mayor relajación visual

·Hacer una adecuada selección de textos

·Diferenciar los conceptos esenciales de los secundarios

·Saber aplicar técnicas de salteo y lectura superficial
 
·Organizar ágilmente el repaso del material estudiado

·Prepararse adecuadamente para los exámenes

·Dominar estrategias para aprobar exámenes escritos y orales

·Mejorar el rendimiento intelectual

PARA LEER CUALQUIER IDIOMA

Otro aspecto interesante de la Lectura Veloz o de Comprensión Rápida es que resulta sumamente útil para leer cualquier idioma, sobre todo para el inglés. En este idioma hay muchas expresiones idiomáticas que deben ser captadas de una sola mirada, por lo cual resulta excelente para tal fin.

sábado, 2 de abril de 2016

NO PRÁCTICAR LECTURA DISMINUYE HASTA EN 9 AÑOS LA VIDA.

Publicado en diario "El Mundo", España.

El nivel de lectura predice el riesgo de mortalidad La capacidad de comprender información médica básica augura la probabilidad de fallecer, sobre todo de cáncer y corazón



Una investigación realizada en EEUU reveló que las personas que no culminan el bachillerato pierden, potencialmente, hasta nueve años de vida respecto a los compañeros que sí completan sus estudios. Sin embargo, las causas que explican cuál es el efecto del nivel de educación sobre la salud no están del todo claras. Se ha apuntado que una formación más sólida abre la puerta a mejores oportunidades laborales, ingresos, vivienda, alimentación y seguros sanitarios. Además, se ha comprobado que quien más sabe mejor se cuida. Y es, precisamente, este último aspecto el que, según un nuevo trabajo, puede ayudar a entender por qué la expectativa vital se reduce cuanto menor es el nivel de instrucción.

El estudio que publica esta semana la revista 'Archives of Internal Medicine' culpa de esta diferencia a la capacidad de comprensión lectora. Es decir, a la habilidad para leer, procesar y entender información básica sobre la salud y sobre los servicios sanitarios necesarios para tomar decisiones acertadas en este ámbito. Es lo que se denomina nivel de alfabetización en salud.

Con el fin de determinar su influencia, los autores entrevistaron a más de 3.000 pacientes mayores de 65 años en cuatro ciudades de EEUU en el año 1997. A todos se les interrogó sobre cuestiones demográficas y sobre su salud y se chequeó su nivel de comprensión lectora mediante diversos test. En función de la puntación obtenida, se establecieron tres rangos de alfabetización: el 64% de los participantes tenía un nivel adecuado, el 11%, uno marginal y el del 24,5% era inadecuado. Durante los seis años siguientes se registraron las muertes acaecidas en el grupo. Un total de 815 personas (el 25%) fallecieron en ese periodo. Los investigadores pudieron entonces comprobar que los óbitos castigaron en mayor medida a los menos alfabetizados en salud (39%) respecto a aquellos con cierto nivel educativo (28%) y a los más instruidos (19%).

Para evitar confusiones, se descartaron otros factores que pueden influir en la disparidad de estas cifras, como los demográficos, el estatus socioeconómico y los hábitos de salud. Las diferencias se mantuvieron. El impacto del nivel de alfabetización fue especialmente llamativo en el caso de las muertes por causa cardiovascular y, aunque en menor medida, también en las de origen tumoral.

Peor autocuidado

Los autores constataron que los años de permanencia en el colegio se asocian de forma débil a la probabilidad de fallecer en la población de edad avanzada. Según afirman, este dato no es útil para medir de forma precisa los logros educativos, ya que muchos individuos hacen progresos fuera del sistema. Además, es problemático usarlo en personas mayores porque no tiene en cuenta el aprendizaje a lo largo de la vida ni los posibles déficit que puede sufrir la capacidad lectora con los años.

La fluidez en la lectura es, para los investigadores, un predictor mucho más potente. Una alfabetización deficiente se asocia a un menor conocimiento de la enfermedad crónica y a un peor autocuidado en pacientes hipertensos, diabéticos, asmáticos y afectados de insuficiencia cardiaca. También a un uso inferior de los programas de vacunación y de los chequeos preventivos contra el cáncer.

sábado, 26 de marzo de 2016

LEER DE FORMA VELOZ AUMENTA SUS INGRESOS ECONÓMICOS



Las velocidades típicas de lectura
Los padres ocupados de la educación de sus hijos suelen preguntarse cuán rápido sus hijos deberían estar leyendo según su nivel de escolaridad.



La respuesta depende de varios factores. Las investigaciones que miden la lectura varían según la cantidad de palabras, el número de palabras diferentes, las palabras de mayor frecuencia, longitud de las frases, complejidad del texto, tamaño de las fuentes (letras), apoyo ilustrativo y familiaridad del tema.







Aprendiendo técnicas de lectura y comprensión veloz y con un entrenamiento dirigido, se aprende a duplicar o triplicar fácilmente la velocidad de lectura. Y con un poco de dedicación, se puede lograr niveles sorprendentemente altos de velocidad y comprensión convirtiéndose en un súper lector. Se requiere aprender en un curso debidamente acreditado y reconocido por su eficiencia.

¿Es importante leer?

La mayoría de las personas piensa que sí lo es. Sin embargo, no necesariamente comprenden cuán importante puede ser. Por ejemplo, hay una correlación directa entre la velocidad de lectura con el desempleo y la pobreza.

Estudios en los Estados Unidos muestran que no es un problema que vaya a desaparecer tan fácil. Mientras el 75% de los trabajos de hoy requieren una habilidad lectora mínima del noveno nivel, casi 20% de los obreros no pueden leer sobre el nivel quinto. Y con toda seguridad el nivel de lectura del obrero latinoamericano es todavía inferior. Esto los hace incapaces de encontrar trabajos que proporcionen una paga mayor.

Las escuelas secundarias y universidades deben gastar más dinero y tiempo para enseñar a los estudiantes que no pueden leer bien para aprobar niveles superiores de escolaridad. Los capacitadores deben compensar la falta de habilidades básicas de los obreros aumentando el gasto en entrenamiento y contratando personal adicional. Y los obreros ven disminuidos sus ingresos y beneficios porque no pueden realizar adecuadamente las tareas que se les asignan, simplemente porque no están leyendo y entendiendo apropiadamente los manuales de procedimientos. El nivel promedio de ingreso de un obrero que tiene un nivel alto de velocidad lectora es de un 50% o más de quien no la tiene.

Para tener éxito en la enseñanza superior es indispensable saber leer rápido y comprender bien. Y un graduado de enseñanza superior tiene ingresos muy superiores a quien solamente egresó del nivel secundario. Pero a pesar de los esfuerzos por fortalecer la lectura y comprensión en el aula, muchos estudiantes continúan quedándose atrás.

Hay solución

Muchas personas creen que porque ellos no han leído suficiente en el pasado, no pueden aprender a hacer algo mejor. Esto simplemente es erróneo. Leer bien significa poner en acción una serie de habilidades, y éstas pueden enseñarse a cualquier persona a cualquier edad. Todo lo que se requiere es que usted esté realmente interesado o interesada en invertir un poco de su tiempo y dedicación para dominar las técnicas.

No sólo adquirir estas técnicas le dan un buen rendimiento en el trabajo y un sueldo mayor, sino que le dan una calidad de vida mucho mejor en todos los aspectos. Aprendiendo a leer más rápido y a comprender más, tendrá más horas disponibles para hacer lo que quiera, además de manejar más información.

¿Cómo puede lograr esta transformación? Buscando el entrenamiento que le pueden dar los expertos. Un buen programa de lectura veloz presencial o en línea, donde además aprenda a mantener o mejorar su nivel de comprensión de lo leído. Busque uno que sea hecho por especialistas precisamente de lectura veloz. La mayor velocidad de lectura le permitirá aprender más y mejor, y con eso, desempeñarse con mucho más éxito en la vida.
Para finalizar es necesario destacar la  existencia de la prueba PISA , una evaluacion  internacional que mide las habilidades lectoras y que fue fundada por la OCDE ( Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) cuya misión tiene las finalidades de:


  • Lograr la máxima expansión posible del crecimiento económico y el empleo,y un mejor nivel de vida de los países miembros, sin dejar de mantener la   estabilidad financiera y, de esa forma
  •  Contribuir al desarrollo de la economía mundial
  • Contribuir a una sana y sólida expansión económica en países tanto miembros como no miembros que estén en pleno proceso de desarrollo económico;
  •  Contribuir a la expansión del comercio mundial con criterios multilaterales y no discriminatorios, dentro del respeto a las obligaciones internacionales.



jueves, 17 de marzo de 2016

 
PREJUICIOS E IDEAS ERRÓNEAS
ACERCA DE LA LECTURA VELOZ
Junto con la difusión del método de lectura veloz y del interés que suscita, también se han generalizado entre el público una serie de ideas equivocadas o simplemente parciales acerca del tema, acompañadas por prejuicios, impresiones erróneas, informaciones imprecisas de origen publicitario o periodístico u originadas en comentarios de terceros, etc.
 
Entre los comentarios o afirmaciones total o parcialmente erróneos que se escuchan cuando surge el tema de la lectura veloz, algunos de los más corrientes son los que siguen:
 
* Es muy útil sobre todo para los hombres de negocios, y especialmente para los “ejecutivos”.
 
* Enseña a leer salteado, a leer sólo lo más importante.
 
* Es una superchería, un engaño.
 
* Yo ya aprendí a leer en la escuela primaria, no lo necesito ahora.
 
* Consiste en leer “apurado, para tener una idea de lo que se trata”.
 
* No deja tiempo para detenerse a pensar o a paladear lo que se lee.
 
* No es más que un negocio para ciertos institutos.
 
* Es una moda como tantas; ¡no durará mucho! o consiste en leer en diagonal o en zigzag.
 
* Es un sistema norteamericano; para ellos está bien porque viven apurados, pero para nosotros... Debe de ser algo muy poco serio si en los colegios y universidades no se lo enseña.
 
* ¡Claro que s puede leer más rápido!... con tal de que no haya mucho que comprender.
 
* Exige aprender a leer de nuevo; ya no estoy en edad de hacerlo.
 
* Es un nuevo invento, ¡vaya a saber de quién!
 
* Por supuesto que se Puede leer mucho más rápidamente, pero luego se olvida más pronto lo que se ha leído.

* Admito que durante el curso se llegue a leer con más velocidad, pero no creo que esa velocidad se conserve después, cuando se deja de hacer ejercicios.

* Es uno de esos métodos par resolverlo, todo: “Si quiere ser feliz y triunfar en la vida, aprenda lectura veloz en 15 días”.
 
* Yo lo practico cuando estoy apurado o no me interesa mucho lo que estoy leyendo.
 
* Es útil para leer diarios y revistas, pero no sirve para estudiar ni para leer obras literarias.

* Consiste en leer por frases y no por palabras.
 
* Es puro charlatanismo, ¿qué autoridad científica tienen los que enseñan lectura veloz? Yo soy corrector de pruebas de imprenta; si pendo lectura veloz perderé mi capacidad para el oficio.
 
* No es ninguna’ novedad para mí; yo siempre practiqué la que ahora llaman “lectura veloz”.
 
Y así de seguido. Las actitudes pueden variar desde un rotundo escepticismo hasta un irónico desprecio; ‘pasando por la de aquellos que, cautamente, se abstienen de emitir una opinión y tratan de conformarse.
 
 
CAUSAS QUE EXPLICAN LAS OPINIONES EXISTENTES SOBRE LECTURA VELOZ
Desconocimiento del proceso de lectura. En realidad, hay una razón de peso para que muchas personas instruidas, sea cual fuere el campo de su actividad, reaccionen negativamente frente a la llamada “lectura veloz”. Sucede que la lectura en general es uno de los actos más personales del individuo y, quizás por ello mismo, unos de los menos conocidos. Lo poco que habitualmente se conoce, o se cree conocer, está muy teñido de ideas preconcebidas adquiridas durante la infancia. Todo esto constituye uno de los principales obstáculos para comprender y aceptar adecuadamente la posibilidad de mejorar la forma habitual de leer, logrando —entre otras ventajas— aumentar la velocidad de lectura.
 
Casi sin excepción, la lectura es considerada como una habilidad aprendida de una vez para siempre en la escuela primaria, alrededor de los seis años de edad, por medio de la cual resulta posible comprender los textos escritos. Salvo en el caso de problemas patológicos relacionados con el aprendizaje y la práctica de la lectura, lo corriente es  creer que no hay motivos para reconsiderarla o perfeccionarla porque, una vez aprendida, ya se sabe todo lo necesario al respecto. Esta posición se origina —y, a su vez, se refleja— en la enseñanza primaria.

De entre todas las funciones del lenguaje que la escuela debe desarrollar —escribir, hablar, oír y leer—, la de leer es la más descuidada. La pedagogía tradicional considera que, cuando el alumno está en condiciones de proceder a la lectura de cualquier palabra que se le pone delante de los ojos —es decir, de repetir verbalmente lo que está escrito o impreso—, con ello ya se le ha enseñado todo lo que puede aprender sobre el tema y lo único que necesita para perfeccionarse es “práctica”. Se presupone que, como a lo largo de sus estudios deberá leer manuales y libros de texto cada vez más complejos, esa práctica terminará por brindarle al alumno la experiencia necesaria para encarar todo tipo de lectura en la forma más adecuada. En consecuencia, y tal vez, por ser una de las “habilidades básicas”, uno de los pilares sobre los que se estructura todo el quehacer educativo, la lectura resulta —paradójicamente— ignorada a lo largo de las etapas de la enseñanza posteriores a si aprendizaje en la escuela primaria.